31 de enero de 2011
13 de enero de 2011
Trastorno de Hiperactividad (TDAH) Vídeo
Aquí tenéis un vídeo que expone muy bien lo que es el TDAH (Trastorno de Hiperactividad). Recordad que el lunes 24 de enero la Pedagoga Gloria Martí dará una charla sobre este tema en Emótica a las 18:30h.
Vía: Youtube
Trastorno de Hiperactividad (TDAH)
El Trastorno de Hiperactividad (TDAH) es una de las causas más comunes por las que los niños son remitidos a médicos de familia, pediatras, psicólogos y psiquiatras infantiles.
Actualmente se ha estudiado mucho sobre el tema y se han encontrado diversos factores que pueden originar este trastorno.
Tres son las características básicas que podemos considerar.
1/ Impulsividad,
2/ Hiperactividad y,
3/ Déficit de atención.
1. La impulsividad hace referencia a un estilo de comportamiento demasiado rápido y precipitado. Los niños con Trastorno de Hiperactividad son impacientes, no respetan fácilmente los turnos e interrumpen de manera continua a los demás. Frecuentemente actúan sin pensar, es decir, no pueden controlar su manera de actuar y les es muy difícil pararse a pensar en las consecuencias que pueden acarrearles comportarse de una determinada manera. Su escaso autocontrol puede llevarles a no cumplir ciertas normas básicas en la escuela o en el hogar. Todo ello puede originarles frecuentes problemas sociales. Del mismo modo reciben numerosos castigos por parte de la escuela y la familia, creando así un ambiente de tensión en ambas áreas. El niño hiperactivo plantea serios retos a sus profesores ya que sus comportamientos no solo dificultan su aprendizaje escolar sino que suponen también un obstáculo para sus compañeros. Por otro lado, el sistema familiar también se ve afectado ante los retos que implica la crianza y la educación de los niños con TDAH.
2. El déficit de atención: Las deficiencias atencionales se presentan en situaciones académicas, laborales y sociales. Los niños hiperactivos presentan mayor dificultad para eliminar estímulos distractores y centrarse en tareas que tienen un objetivo concreto. Así no prestan la suficiente atención a los detalles, pierden su concentración en tareas rutinarias y dejan de lado las que no les crea ningún tipo de interés. Del mismo modo manifiestan problemas en tareas que suponen esfuerzo como tareas escolares o domésticas.
Por el contrario, son capaces de captar su concentración las tareas nuevas o que tienen un nivel estresante medio y aquellas actividades que encuentran de interés como ver la televisión o jugar.
Parece que tienen la cabeza en otra parte y que no oyen lo que se les dice. Se les tiene que advertir y recordar continuamente cualquier regla, orden o instrucción ya que, aunque la comprenden no la suelen seguir. Los problemas de atención pueden afectar diferentes áreas tales como la incapacidad para realizar dos tareas diferentes al mismo tiempo, la falta de disposición para responder a información importante, realizar cosas diferentes de las que se les pide, dar a entender que parece que no se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor y la incapacidad de seleccionar los estímulos importantes del ambiente.
La mayoría de los padres y profesores piensan que su desobediencia es producto de un comportamiento consciente en lugar de atribuirla a una falta de motivación o a una escasa regulación.
3. Entendemos la hiperactividad como la actividad o movimiento en exceso en aquellas situaciones que requieren calma. Incluso durante el sueño, los niños hiperactivos tienen mayores niveles de movimiento. Sin embargo, a medida que estos niños avanzan en edad, este exceso de actividad corporal va disminuyendo, de tal forma que en la adolescencia se traduce en sentimiento de inquietud y dificultad para dedicarse a actividades tranquilas.
Es importante ir con cuidado y distinguir el trastorno de hiperactividad de la actividad física normal de los niños. En el caso del niño hiperactivo, la actividad corporal excesiva tiene que ver con una actividad casi permanente que no se puede controlar. Encontramos como característica principal el no tener un objetivo concreto y por darse en las situaciones más inoportunas.
El niño con TDAH dirige su energía hacia tareas y metas diferentes de las que sus padres y profesores le habían encomendado. Esto crea una serie de situaciones que suelen acabar en conflicto. En lugares públicos, cuando los padres están ausentes, cuando hay invitados en casa, al exigirle demasiadas tareas y ante tareas aburridas, familiares o con pocas recompensas, parece que los niños hiperactivos presentan mayores problemas. Su comportamiento será más adecuado si recibe atención de manera individualizada.
TDAH Y TRASTORNO DE APRENDIZAJE
Como ya hemos visto anteriormente, la mayoría de los niños hiperactivos realizan sus tareas escolares con mayor dificultad que el resto de sus compañeros; sacan peores notas y suelen asistir a clases de apoyo escolar.
Sin embargo, estas dificultades que presentan muchos niños TDAH no pueden considerarse trastornos de aprendizaje, En este tipo de trastornos encontramos un desequilibrio entre el rendimiento que tienen en un área en concreto de aprendizaje (lectura, cálculo, etc) y la capacidad intelectual de cada niño. Además, los tratamientos que pueden mejorar a los niños con trastorno de hiperactividad no llevan a mejorar los trastornos de aprendizaje. Es necesario intervenir de manera individual en cada trastorno.
Es decir, mientras los problemas generales de rendimiento académico que presentan la mayoría de los niños hiperactivos tendrán que llevarse a cabo con intervenciones que se dirigen a la atención, impulsividad y organización de sus conductas, la presencia de problemas concretos de aprendizaje deberán ser tratados a partir de programas específicos dirigidos a ello (CETECOVA).
Verónica Monsonís Far
Psicóloga
Master en Psicología Clínica
Nº col. CV08093
Tel.: 639.647.656
veroemotica@hotmail.com
Actualmente se ha estudiado mucho sobre el tema y se han encontrado diversos factores que pueden originar este trastorno.
Tres son las características básicas que podemos considerar.
1/ Impulsividad,
2/ Hiperactividad y,
3/ Déficit de atención.
1. La impulsividad hace referencia a un estilo de comportamiento demasiado rápido y precipitado. Los niños con Trastorno de Hiperactividad son impacientes, no respetan fácilmente los turnos e interrumpen de manera continua a los demás. Frecuentemente actúan sin pensar, es decir, no pueden controlar su manera de actuar y les es muy difícil pararse a pensar en las consecuencias que pueden acarrearles comportarse de una determinada manera. Su escaso autocontrol puede llevarles a no cumplir ciertas normas básicas en la escuela o en el hogar. Todo ello puede originarles frecuentes problemas sociales. Del mismo modo reciben numerosos castigos por parte de la escuela y la familia, creando así un ambiente de tensión en ambas áreas. El niño hiperactivo plantea serios retos a sus profesores ya que sus comportamientos no solo dificultan su aprendizaje escolar sino que suponen también un obstáculo para sus compañeros. Por otro lado, el sistema familiar también se ve afectado ante los retos que implica la crianza y la educación de los niños con TDAH.
2. El déficit de atención: Las deficiencias atencionales se presentan en situaciones académicas, laborales y sociales. Los niños hiperactivos presentan mayor dificultad para eliminar estímulos distractores y centrarse en tareas que tienen un objetivo concreto. Así no prestan la suficiente atención a los detalles, pierden su concentración en tareas rutinarias y dejan de lado las que no les crea ningún tipo de interés. Del mismo modo manifiestan problemas en tareas que suponen esfuerzo como tareas escolares o domésticas.
Por el contrario, son capaces de captar su concentración las tareas nuevas o que tienen un nivel estresante medio y aquellas actividades que encuentran de interés como ver la televisión o jugar.
Parece que tienen la cabeza en otra parte y que no oyen lo que se les dice. Se les tiene que advertir y recordar continuamente cualquier regla, orden o instrucción ya que, aunque la comprenden no la suelen seguir. Los problemas de atención pueden afectar diferentes áreas tales como la incapacidad para realizar dos tareas diferentes al mismo tiempo, la falta de disposición para responder a información importante, realizar cosas diferentes de las que se les pide, dar a entender que parece que no se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor y la incapacidad de seleccionar los estímulos importantes del ambiente.
La mayoría de los padres y profesores piensan que su desobediencia es producto de un comportamiento consciente en lugar de atribuirla a una falta de motivación o a una escasa regulación.
3. Entendemos la hiperactividad como la actividad o movimiento en exceso en aquellas situaciones que requieren calma. Incluso durante el sueño, los niños hiperactivos tienen mayores niveles de movimiento. Sin embargo, a medida que estos niños avanzan en edad, este exceso de actividad corporal va disminuyendo, de tal forma que en la adolescencia se traduce en sentimiento de inquietud y dificultad para dedicarse a actividades tranquilas.
Es importante ir con cuidado y distinguir el trastorno de hiperactividad de la actividad física normal de los niños. En el caso del niño hiperactivo, la actividad corporal excesiva tiene que ver con una actividad casi permanente que no se puede controlar. Encontramos como característica principal el no tener un objetivo concreto y por darse en las situaciones más inoportunas.
El niño con TDAH dirige su energía hacia tareas y metas diferentes de las que sus padres y profesores le habían encomendado. Esto crea una serie de situaciones que suelen acabar en conflicto. En lugares públicos, cuando los padres están ausentes, cuando hay invitados en casa, al exigirle demasiadas tareas y ante tareas aburridas, familiares o con pocas recompensas, parece que los niños hiperactivos presentan mayores problemas. Su comportamiento será más adecuado si recibe atención de manera individualizada.
TDAH Y TRASTORNO DE APRENDIZAJE
Como ya hemos visto anteriormente, la mayoría de los niños hiperactivos realizan sus tareas escolares con mayor dificultad que el resto de sus compañeros; sacan peores notas y suelen asistir a clases de apoyo escolar.
Sin embargo, estas dificultades que presentan muchos niños TDAH no pueden considerarse trastornos de aprendizaje, En este tipo de trastornos encontramos un desequilibrio entre el rendimiento que tienen en un área en concreto de aprendizaje (lectura, cálculo, etc) y la capacidad intelectual de cada niño. Además, los tratamientos que pueden mejorar a los niños con trastorno de hiperactividad no llevan a mejorar los trastornos de aprendizaje. Es necesario intervenir de manera individual en cada trastorno.
Es decir, mientras los problemas generales de rendimiento académico que presentan la mayoría de los niños hiperactivos tendrán que llevarse a cabo con intervenciones que se dirigen a la atención, impulsividad y organización de sus conductas, la presencia de problemas concretos de aprendizaje deberán ser tratados a partir de programas específicos dirigidos a ello (CETECOVA).
Verónica Monsonís Far
Psicóloga
Master en Psicología Clínica
Nº col. CV08093
Tel.: 639.647.656
veroemotica@hotmail.com
11 de enero de 2011
¿¡UN PSICÓLOGO?!, no gracias...
Actualmente en nuestra sociedad aún existe el tópico de pensar que si una persona va a un psicólogo es porque está loco. Muchos nos hemos encontrado en la situación de querer ayudar a alguien y comentarle que podría recibir ayuda de un Psicólogo, pero ante tal insinuación nos han respondido “yo no estoy loco”.
La Psicología es una ciencia aún desconocida para muchos, por lo que la mayoría de la gente todavía desconoce qué es y para qué sirve. Lo más importante a tener en cuenta es que la Psicología se aplica ante problemas emocionales como ansiedad, estrés, depresión, insomnio, problemas de relación con los demás, obsesiones, trastornos de alimentación, alcoholismo, problemas de habilidades sociales, timidez, problemas de pareja, sexuales, familiares, problemas de conducta de los niños, enuresis, miedos y fobias, etc., y los resuelve “no recetando medicación”, ya que no se trata de enfermedades, sino enseñando una serie de estrategias que ayuden a la persona a afrontar y superar sus problemas de forma exitosa.
De esta forma, UN PSICÓLOGO ES un terapeuta especializado en enseñar nuevas conductas que reemplacen aquéllas que nos hacen daño; o lo que es lo mismo, el Psicólogo enseña una serie de habilidades psicológicas para que las personas sean capaces de superar con éxito sus problemas.
Por lo tanto, acudirás a tu Psicólogo una vez por semana, no con la intención de tener una mera conversación “de tu a tu”, sino con el propósito de que te enseñe las estrategias necesarias para afrontar tu problema; estrategias que tendrás que poner en práctica TU MISMO entre sesión y sesión.
Así, es importante recordar que ninguna terapia funciona si el cliente no se esfuerza y no participa activamente. Cuanto más trabajes en ti mismo y por la terapia, más eficaz y rápida será (CETECOVA, 2002).
Verónica Monsonís Far
Psicóloga
Master en Psicología Clínica
Nº col. CV08093
Tel.: 639.647.656
3 de enero de 2011
Talleres Enero
Ya tenemos lista la programación de los talleres de enero. Habrá que ponerse las pilas y empezar el nuevo año con ganas de mover un poco el cuerpecillo, solitos o con nuestros peques... buscad un hueco en la agenda y a disfrutar!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)