11 de enero de 2011

¿¡UN PSICÓLOGO?!, no gracias...


Actualmente en nuestra sociedad aún existe el tópico de pensar que si una persona va a un psicólogo es porque está loco. Muchos nos hemos encontrado en la situación de querer ayudar a alguien y comentarle que podría recibir ayuda de un Psicólogo, pero ante tal insinuación nos han respondido “yo no estoy loco”.
La Psicología es una ciencia aún desconocida para muchos, por lo que la mayoría de la gente todavía desconoce qué es y para qué sirve. Lo más importante a tener en cuenta es que la Psicología se aplica ante problemas emocionales como ansiedad, estrés, depresión, insomnio, problemas de relación con los demás, obsesiones, trastornos de alimentación, alcoholismo, problemas de habilidades sociales, timidez, problemas de pareja, sexuales, familiares, problemas de conducta de los niños, enuresis, miedos y fobias, etc., y los resuelve “no recetando medicación”, ya que no se trata de enfermedades, sino enseñando una serie de estrategias que ayuden a la persona a afrontar y superar sus problemas de forma exitosa.
De esta forma, UN PSICÓLOGO ES un terapeuta especializado en enseñar nuevas conductas que reemplacen aquéllas que nos hacen daño; o lo que es lo mismo,  el Psicólogo enseña una serie de habilidades psicológicas para que las personas sean capaces de superar con éxito sus problemas.
Por lo tanto, acudirás a tu Psicólogo una vez por semana, no con la intención de tener una mera conversación “de tu a tu”, sino con el propósito de que te enseñe las estrategias necesarias para afrontar tu problema; estrategias que tendrás que poner en práctica TU MISMO entre sesión y sesión.
Así, es importante recordar que ninguna terapia funciona si el cliente no se esfuerza y no participa activamente. Cuanto más trabajes en ti mismo y por la terapia, más eficaz y rápida será (CETECOVA, 2002).


Verónica Monsonís Far
Psicóloga
Master en Psicología Clínica
Nº col. CV08093
Tel.: 639.647.656

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