6 de agosto de 2014

El Burnout de la “Super Mamá”


El Burnout de la “Super Mamá”

El síndrome burnout o síndrome del trabajador consumido suele deberse a diversas causas. Se origina principalmente en las profesiones de alto contacto con personas y con horarios de trabajo excesivos. Se ha determinado en múltiples investigaciones que el síndrome ataca especialmente cuando el trabajo supera las ocho horas diarias, no se ha cambiado de ambiente laboral en largos periodos de tiempo y cuando la remuneración económica es inadecuada. También puede darse si el ambiente de trabajo es pésimo y las condiciones laborales inhumanas. (Fuente: Wiki).

 

¿Hay alguna mama que se sienta identificada?... Seguro que sí, y posiblemente en la actualidad, también muchos papas.

Partiendo del hecho de que aún en los tiempos que vivimos, no se considera el ser madre (o padre) y estar en casa como un trabajo en toda regla, es muy difícil que la misma sociedad acepte el hecho de que las mamás se enfrentan en algún momento de su vida a la carga que supone hacerse cargo de la casa, los hijos, familiares mayores y por supuesto, su propio trabajo laboral.

Por ello es indispensable que, sin dejar de cumplir con nuestro deber como madres (que no pasa exclusivamente por hacerse cargo de los quehaceres diarios de nuestros niños o de la casa misma), pensemos en nosotras mismas y nos replanteemos otra manera de encarar el día a día, o lo que es lo mismo, simplemente de VIVIR.

 

¿Alguien se ha planteado alguna vez como afecta nuestro estrés diario a las personas que conviven con nosotros?; ¿os habéis fijado en cómo es la respuesta de nuestro hijo cuando nosotros hemos tenido un día complicado, estamos enfadadas y no nos soportamos ni a nosotras mismas?

Por el contrario, ¿Qué pasa en esos días en los que nos sentimos realmente bien, estamos a gusto con nuestro ser y llenas de energía… como reaccionamos nosotras ante cualquier rabieta o situación de probable disputa con los niños, nuestra pareja o cualquier persona que tengamos delante?

 

Seguro, que observamos que cuanta mayor sensación de bienestar tengamos mejor afrontamos las situaciones que vivimos diariamente, y sobre todo, mejor nos encontramos, no solo psicológicamente, si no con nuestra salud física.

Muchas de nosotras solo cuando estamos exhaustas y posiblemente ya con un problema de salud, nos damos cuenta de que la situación que vivimos nos ha sobrepasado y que somos “incapaces en ese momento” de seguir afrontando el día a día de manera satisfactoria. Nos damos cuenta de que “hacernos las súper mamas” solo ha servido para agotarnos y vemos que por ser “SÚPER´S” no somos mejores ni diferentes, que nuestros hijos nos quieren igual, que nuestra pareja y entorno como padres, abuelos o amigos, están a nuestro alrededor para ayudarnos y apoyarnos para poder seguir adelante haciéndonos “cargo” de todo y dinamizando la familia como muchas solemos hacer.

 

Es indispensable, pensar en nuestro bienestar, hacer lo que nos gusta, dedicarnos tiempo, delegar en los demás, reorganizar nuestro día a día (lo que implica que también en el de nuestros hijos, pareja, etc.) y, sobre todo, disfrutar de todo lo que nos rodea, porque si hacemos lo anterior, estaremos reeducándonos en salud, pensando en las personas que nos quieren, ganando calidad de vida  y lo más importante… “VIVIR” de manera satisfacoria.

 

Verónica Monsonís Far, (emòtica espai de benestar)

Psicóloga CV 08093

Máster en Psicología Clínica y Experta en Atención Temprana

 

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