31 de julio de 2011

COMPARTIENDO NUESTRO TIEMPO

Compartir el juego del niño es una manera de intercambiar con él y volver a conectarse con una parte de niños que conservamos los adultos a través del tiempo. Sin embargo, debido al ritmo de vida que seguimos los padres de hoy en día, es cada vez más difícil encontrar tiempo para jugar con nuestros hijos. Aunque los niños necesitan jugar solos, también necesitan un momento de juego diario compartido con los padres. Así, es imprescindible dedicar un rato al día a actividades de ocio con él. Alguna vez te has preguntado: “¿Qué le gustaría hoy a mi hijo hacer con nosotros?...”; A veces sirve de ayuda pensar en cosas como: “¿Qué te gustaba hacer a ti con tus padres cuando eras pequeño?; ¿Qué te gustaba compartir con ellos?; ¿Te gustaba que te abrazaran, te besaran, te achucharan?; ¿Buscabas hablar con ellos y contarles emocionado lo que te había pasado en el colegio?...” Párate un instante y responde: “¿Cuánto tiempo dedico realmente a mi hijo?...” En este mundo de prisas y del “no parar”, los padres se olvidan de algo realmente valioso como es “dedicar tiempo a sus hijos”. No olvidemos que, jugando también estamos educando, trasmitiendo valores, entrenando su afectividad y emociones,  y, como no, dedicando el momento que los niños necesitan para compartir con sus padres.
Cuando el niño es pequeño necesita sentirse querido y cerca de las personas que le rodean habitualmente. Que  no solo lo quieran por aquello que logra, porque se porte bien o porque saque buenas notas, sino tan solo porque es parte imprescindible de la familia. No es extraño pensar que para ser un adulto sano y feliz, se debe haber sido un niño sano y feliz; que para poder amar y respetar a los demás, es importante haber sido amado y respetado; y que para compartir tiempo con otras personas es necesario que los niños hayan compartido tiempo con sus padres y amigos… Para cada niño es importante que sus padres estén con él cuando juega con la muñeca, hace recortables o mira sus dibujos preferidos; no importa la actividad en sí, pues los niños buscan simplemente estar cerca de sus progenitores.
Muchos de nosotros, seguro, nos hemos planteado alguna vez si es mejor “la cantidad o la calidad” que dediquemos a nuestros hijos… Si partimos de la premisa de que “no tenemos tiempo a nada y de que nuestro día no da para más”, podemos llegar a la conclusión de que aunque no deja de ser importante pasar largo tiempo con ellos, es si cabe más importante, la calidad que la cantidad. Además, es recomendable proporcionarles los medios necesarios para que el juego sea un tiempo para disfrutar, permitiéndoles explorar, inventar, investigar, tocar, descubrir… lo que les rodea, participando de forma activa en su juego. Podemos animarles a que tomen sus propias decisiones y a buscar nuevas formas de juego, que fomenten su creatividad. Recuerda que hay que entregarse al máximo; aparcar el móvil, el trabajo o los quehaceres habituales por tal de estar simplemente con tu hijo: ese es su momento.                                       
Verónica Monsonís Far
Psicóloga CV08093
Master en Psicología Clínica
veroemotica@hotmail.com
Tel.: 639.647.656

24 de julio de 2011

PROGRAMACIÓN AGOSTO

LIBÉRATE DEL ESTRÉS

"Suena el despertador, te levantas, aseo diario, desayunas, vas en coche al trabajo, pillas un atasco, comienzas a trabajar, tienes mil reuniones, trabajo, reuniones, teléfono, más reuniones, más trabajo, más teléfono, otro atasco a la vuelta, llegas a casa crispado, cenas y a dormir. Mañana más de lo mismo". Si este breve resumen de un día cualquiera refleja tu vida, no hay duda de que padeces estrés. La vida diaria se ha convertido en una sucesión de compromisos inevitables que hacen que nuestra rutina sea aburrida y monótona. Ir a dormir a la noche con la sensación de no haber tenido tiempo para uno mismo y pensar que al día siguiente será igual, puede producirnos problemas  físicos y mentales importantes; y el sentimiento permanente de no poder salir de ese círculo vicioso puede ocasionarnos fobias y ataques de pánico.
Con la llegada del verano, muchos se plantean la posibilidad de cambiar el ritmo frenético que tiene lugar durante la época invernal. Esperan las anheladas vacaciones por tal de desconectar, irse de viaje o simplemente romper con la rutina diaria que tanto estrés llega a producirnos. Pero, ¿Qué pasa con los que no tienen la posibilidad de tener unos días de relax o no pueden irse fuera de la ciudad? Ten en cuenta que lo más importante es disminuir el ritmo desde que te despiertas, caminar más despacio, prepararse para las actividades diarias con tiempo, saborear el desayuno sentado y programar el día haciendo un pequeño hueco para uno mismo.
La relajación es un método que nos ayuda a liberarnos del estrés diario; modifica el patrón de comportamiento habitual, que pasa a ser de acelerado y atropellado a más lento, atento y concentrado. Estando más relajados podemos ser mucho más productivos y estar más receptivos; aparcaremos la irritabilidad y agresividad que experimentamos debido al estrés. En muchas ocasiones, nos mostramos violentos ante los errores de otros o cuando la realidad no se ajusta a lo que pensamos. Nadie es perfecto, ni siquiera uno mismo, de manera que si somos conscientes nos daremos cuenta que lo que le recriminamos a los otros, lo hemos hecho anteriormente muchas veces nosotros.
            Ten en cuenta que todos los días no son iguales y que solo tú puedes hacerlo diferente. Presta atención a todas aquellas cosas que ocurren a tu alrededor y disfruta de ellas por pequeñas que sean... esa es la clave para ser feliz... Y recuerda, “es más fácil evitar el estrés que curar las consecuencias después”.
Verónica Monsonís Far
Psicóloga CV08093
Master en Psicología Clínica
veroemotica@hotmail.com
Tel.: 639.647.656

20 de julio de 2011

¿Se puede prevenir el síndrome post-vacacional?


Cuando llega el verano, tendemos a disfrutar más de las actividades al aire libre; parece que el poder disfrutar de más horas de luz solar, nos ayuda a cargarnos de energía para encarar la época estival con más motivación, cosa que nos hará rendir mejor.
Son muchos los que llegados esta temporada estival disfrutan además de días de vacaciones, o incluso de todo un mes.
Por tal de que la vuelta q la rutina normal a partir de septiembre sea un poco más llevadera, podemos seguir una serie de criterios que nos ayudarán a que esta vuelta no sea vivida con desánimo e incluso llegando a la desmotivación y desinterés por hacer las cosas.

En primer lugar debes tener en cuenta que si, te dan opción en el trabajo, guardarte algunos días de vacaciones para después del verano sería importante, pues de esta manera puedes establecerte como pequeños objetivos tras la vuelta al trabajo pequeñas escapadas o salidas que te ayudarán a romper con el día a día, y que por lo tanto te ayudarán a coger aire y renovarte, previniendo el estrés.

Por otro lado, deberías plantearte antes de que terminen los días estivales, un planning de actividades agradables a realizar durante el otoño-invierno, que te ayuden en la medida de lo posible, a no dejar de lado esas cosas que te gustan hacer.


Verónica Monsonís Far
Psicóloga CV08093
Master en Psicología Clínica
veroemotica@hotmail.com
Tel.: 639.647.656

Rupturas de verano


Durante el verano todos disfrutamos de mayor tiempo para el ocio, el descanso y el tiempo libre; solemos compartir más momentos junto a nuestros seres queridos. En el caso de las parejas, aquellas que gozan de cierta estabilidad y que no presentan mayores problemas, las vacaciones estivales pueden resultar muy beneficiosas; Pero, en el caso de las parejas que vienen arrastrando problemas y conflictos a lo largo del año, pueden vivir estos momentos como altamente negativos.
Ya sabemos que vivimos en una sociedad verdaderamente neurótica, donde la ansiedad y el estrés están a la orden del día, y en donde peligrosamente ya estas dos cuestiones son vistas con casi total y absoluta normalidad. La casa, los niños, el trabajo, el coche, los quehaceres diarios, y un sin fin de cosas más, hacen que estemos inmersos diariamente en un sin parar en donde estamos corriendo de un lado para otro, sin llegar a tener unos instantes de paz y tranquilidad para poner en orden nuestras ideas, y saber qué puede o no puede estar funcionando en nuestra relación.
Con la llegada del verano, el tiempo libre aumenta, y se crea una rutina nueva, diferente a la de la época invernal. Esta nueva rutina puede llevar a cambiar los hábitos y sentimientos de la pareja, que ya trae consigo problemas anteriores. Se nota la falta de apego y de cosas en común con mayor intensidad. Desde decidir el lugar de vacaciones estivales, las actividades de la familia o la pareja, problemas económicos, situaciones maritales no resueltas,  inseguridades personales, frustraciones propias, la distribución de las tareas del hogar, etc. pueden provocar que la relación se resienta aún más y que todo acabe por estallar. Quizá por una falta de hábito de compartir tiempo juntos y en pareja o por una falta de comprensión de sus miembros a escuchar las necesidades y prioridades del otro, estas relaciones funcionan lamentablemente al fracaso.
Se recomienda dejar transcurrir al menos un mes después de las vacaciones y del regreso a las actividades normales antes de tomar decisiones que pueden cambiar nuestra vida. Dejando pasar este poco tiempo, se pueden ver las cosas de manera más clara, despejando los conflictos que puedan ser infundados y que acecharon a la pareja durante las vacaciones.
Verónica Monsonís Far
Psicóloga CV08093
Master en Psicología Clínica
veroemotica@hotmail.com
Tel.: 639.647.656

6 de julio de 2011

PROGRAMACION JULIO

Gimnasia Cerebral

¿Su niño es impulsivo, no se está quieto en la silla para estudiar, no se concentra, salta de un tema a otro, tiene una mala postura al escribir, mala letra, no se organiza.........?

¿Es un niño con muchos miedos, muy tímido, con un comportamiento a veces excesivamente controlador, con dificultades para relacionarse con los demás?

Todos estos síntomas pueden ser debidos a reflejos sin integrar, según estudios realizados los últimos años.

Gimnasia cerebral
Primero detectamos la causa del problema del niño, qué reflejos tiene todavía sin integrar, y después le ponemos un programa de movimientos que hará en la consulta y en casa.

Síntomas que pueden dar los reflejos:

- No controla los esfínteres
- Problemas de comprensión lectora
- Mala letra
- Miedos
- Timidez extrema
- No se está quieto y no centra la atención
- Problemas de equilibrio, de coordinación
- Rigidez, falta de flexibilidad
- Hipotonía
- Dislexia
- Problemas en el lenguaje

Con la Gimnasia cerebral ayudamos a su hijo a potenciar sus capacidades.

Susana Mezquida – Tel. 605 044 667 - www.gimnasiacerebral.es